Limpiar las máquinas de afeitar o rasuradoras ha sido un auténtico problema para muchos hombres durante décadas. No es broma. De hecho, hace muchos años se inventaron un modelo de rasuradora con un botón que supuestamente limpiaba entre las cuchillas, pero fue un fracaso (aún queda un par de modelos de esos, creo, pero nadie los compra). Después de años de buscar cómo hacerlo bien, he llegado a dominar esa figura. Y no es poca cosa, así que por eso quiero compartirlo. A medida que uno se va rasurando y la máquina se va llenando de vello entre las cuchillas, uno debe abrir el agua fría a toda presión, poner la máquina en un ángulo de aproximadamente 30° debajo del chorro, lo más abajo posible, y en los dos sentidos, es decir, que se limpie diagonalmente en las dos direcciones: el extremo derecho arriba primero, y después el izquierdo. A continuación, en el pequeño pozo que debió de haberse formado en el lavamanos, sacudirla dentro del agua vigorosamente con movimientos muy rápidos y cortos, muy cerca de la superficie, no en el fondo del pocito. Al final, golpearla con firmeza, mas no dureza, contra el borde del lavamanos de tres a cinco veces, no más. Así se limpia una máquina de afeitar.
* Las cursivas son mías