Asilo estético

Quisiera proponer la categoría de “Asilo estético”, al que creo que tengo derecho a aplicar. Este consistiría en proteger la sensibilidad y el buen gusto de un ciudadano que se ve en peligro por cuenta del mal gusto de su país natal y por eso se ve obligado a aplicar al asilo estético en otro. Por supuesto, el proceso de aplicación debe ser exigente. El candidato tiene que presentar evidencia concluyente de que está en peligro (lo que sucede en las calles amenaza con destruir su percepción visual y su apreciación musical, por ejemplo, o la escasez de conciertos y el difícil acceso a estos hace que su espíritu corra peligro; el mal gusto de sus conciudadanos lo ha llevado a tener altercados frecuentes que están minando su salud mental; la pobreza de la comida típica amenaza con destruir su gusto). Después de explicar en detalle sus circunstancias actuales, el candidato debe demostrar interés y conocimiento de la cultura del país al que aplica. Por ejemplo, conocer a la perfección la historia de la catedral de Chartres, o del complejo de Sacsayhuamán en el Cusco. También debe exponer con suficiencia cómo aprovecharía el asilo para su mejora cívica (“Asistiría a todos los conciertos del Concertgebouw de Ámsterdam”, por ejemplo). Después de haber enviado todos los documentos, el solicitante pedirá una cita en la Embajada o Consulado del país al que aplica. La entrevista la hará un agregado cultural que no solo le preguntará al solicitante por sus condiciones actuales y por su conocimiento del país que lo recibirá, sino que -y esta es la parte más importante de la entrevista- tratará de evaluar su sensibilidad estética. Puede mostrarle imágenes de obras de arte, ponerlo a leer algún fragmento de una novela, o a oír música. Si el candidato muestra algún síntoma del «Síndrome de Stendhal» eso es casi que una garantía de que le será concedido el asilo.  

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