Emilita, una prima de mi madre, estaba una vez cortando fruta con un cuchillo sobre la licuadora prendida sin tapa. De repente, el cuchillo se le cayó dentro de la licuadora en movimiento y como esta tenía el vaso de vidrio, el cuchillo, girando a toda velocidad, rompió el vaso. Volaron vidrios gruesos por toda la cocina, pero ella alcanzó a protegerse (supongo que cubriéndose la cara con los brazos y agachándose por reflejo) y no le pasó nada, pero el susto fue tremendo.