Una marca

Quien quiera dejar una marca puede, por ejemplo, posar el cigarrillo encendido en la juntura entre dos baldosas, en las pausas que hace entre una calada y otra, cuidando de hacerlo siempre en el mismo punto. La brasa irá dejando una quemadura que, con el tiempo, será imposible de quitar. Alguien la verá y dirá: “Siempre apoyaba el cigarrillo aquí”.