Anticapitalista de corazón

No tengo ningún talento para los negocios, pero con qué entusiasmo les recomiendo a mis amigos marcas, almacenes, restaurantes, hoteles, ¡de todo! Dichoso. Como un loco. Si los dueños de los negocios me oyeran, me darían una gran comisión, o llorarían de la emoción y me lo agradecerían de rodillas. Sería el mejor influencer. Pero la verdad es que, si me pagaran por hacerlo, lo haría pésimamente, los haría quedar mal y se molestarían conmigo porque les estoy arruinando su negocio.