Carácter y destino

Mi mayor miedo es que la vida, a través de alguien, de una situación o de la simple introspección, me revele que en algún momento tomé la decisión equivocada que me extravió de mi destino. Por ejemplo, que debí de haberme quedado en una ciudad de la que me resistía a irme; que debí de haber besado a una mujer que me miró como esperando a que lo hiciera; que ese trabajo que rechacé con pretextos me habría llevado por una senda mejor. Mi destino habría sido otro si hubiera hecho esa única cosa que no hice. Si no hubiera tenido una falta de carácter.