El cilantro (o el corazón de los otros)

Creo que en los supermercados de todo el mundo deberían regalar el cilantro porque yo solo necesito una pizca para la sopa. Y el cilantro es tan aromático, que esa pizca me basta, pero solo lo venden por manojos y entonces tengo que comprarlo todo y tirar el resto. ¡Eso no está bien!