Una idea

El propósito de nuestra existencia es reproducirnos para ser vehículos de la vida, que solo quiere perpetuarse (eso está en Schopenhauer, claro). Nuestro destino es ser nuestros padres (como lo vio Freud), pero el libre albedrío está en poder escoger como cuál de los dos queremos ser. La virtud es ser una mejor versión del padre al que escogimos parecernos más, el vicio es ser una peor versión, y la infelicidad es tratar de luchar contra todo esto. Y además, tenemos que armarnos una vida propia.