Una mujer a la que deseo quiere que le diga qué pienso de lo que escribe. Busca mi aprobación. Y me llama mucho la atención que una persona tanto más hermosa y joven que yo –o sea, mejor– busque eso. No puedo decirle que mi aprobación es mi amor, y mi amor es mi deseo. Por supuesto que es también talentosa, inteligente y sensible (yo, tal vez, soy un poco más imaginativo -y más viejo). Así pues, que su corazón está en ese lugar y el mío en éste, y ninguno de los dos puede acercarse más al del otro.